Más de 20.000 personas no tienen futuro, sólo un trágico destino, el de enfrentarse a la ejecución. Hoy, Día Mundial contra la Pena de Muerte, 68 países siguen aplicando este castigo, según denuncia Amnistía Internacional: La pena de muerte.
China: Es el principal verdugo. El año pasado se llevaron a cabo en todo el planeta 2.148 ejecuciones, 1.770 de ellas en este país (el 82%). «China no facilita datos oficiales, por lo que esta cifra es, con toda seguridad, mucho mayor.
EE UU: 38 de sus 50 estados siguen aplicándola. Su silla eléctrica ya ha matado a 1.047 personas desde que empezara a funcionar en 1977. Hay otras 3.400 personas esperando en el corredor de la muerte, entre ellas, el español Pablo Ibar.
Tipo de ejecuciones, hay de todo tipo. Arabia Saudí practica la decapitación, EE UU la silla eléctrica, Pakistán el ahorcamiento, Irán la lapidación y China el fusilamiento y la inyección letal. Se utiliza esta última técnica para no donar los órganos de los presos y utilizarlos para trasplantes médicos.
Menores: Sólo dos países ejecutan actualmente a menores: Irán y Pakistán.
Víctima, verdugo: En Somalia, a los sentenciados por asesinato los puede ejecutar un familiar de la víctima.
En España, la pena de muerte es parte del pasado, no así en Irán, donde actualmente siete mujeres están condenadas a ser lapidadas. Al hablar de lapidación se recuerda el caso de Amina Lawal. Esta mujer nigeriana, de 34 años, fue sentenciada a muerte por tener un hijo fuera del matrimonio. Una gran campaña internacional logró en 2003 que un tribunal islámico de Nigeria anulara la ejecución y la liberara.
Actualmente, sólo dos españoles están en el corredor de la muerte: Pablo Ibar, en una prisión de EE UU desde el año 2000, y Nabil Manakli, de origen sirio. Acusado de terrorismo, está en Yemen a la espera de que le toque su turno frente a un pelotón de fusilamiento. Más suerte ha tenido Francisco Larrañaga, que estaba condenado a muerte en Filipinas, pero este país abolió en junio la pena capital. Cumple cadena perpetua.
Vía 20minutos.
10 octubre, 2006 at 12:29
El domingo vi Salvador, la pelicula de Manuel Huerga que trata sobre este tema, y que decir que no se haya dicho nada………….me parece idignante que todo el mundo se pase los derechos humanos por el forro de los cojones…………y que mientras todos miremos sin hacer nada……..en fin asi es el ser humano….
Besotes
10 octubre, 2006 at 12:56
Cuando he leído la reseña de que dos españoles están en EEUU en el corredor de la muerte, me ha recordado cuando se estrella un avión y dicen que «no había españoles viajando en el», me soprende porque al final, parece que es más importante si hay españoles, cuando la realidad es que es lo mismo. Personas que mueren en manos de un supuesto juez con pleno derecho sobre la vida humana.
Me parece….terrible…aunque, los que generan guerran también dan mano libre a una «pena de muerte»….. en fin. un tema difícil….
10 octubre, 2006 at 13:16
Lo bonito es en Roma que se ilumina el coliseo cada vez que se abole la pena de muerte en un pais o se commuta una pena capital. Ojalá diera sus ultimas destalladas pronto.
10 octubre, 2006 at 18:39
… y pensar que hasta hace muy poco se abolio la pena de muerte en Mexico, aunque la ultima pena capital se dio hace mas de 3 decadas, de todos modos la letra escrita en las leyes era horrenda.
Saludos
El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra
11 octubre, 2006 at 8:35
El concepto de pena de muerte incide de manera directa sobre que es y que debe ser una pena penitenciaria.
Si deseamos eliminar indeseables de la calle hay que reconocer que es la más espeditiva.
Si deseamos sacralizar la venganza, es la mejor forma.
Si pretendemos recuperar a los reos, al estilo irlandés, es obvio que no vale.
Si queremos mantener un sistema penitenciario que disuada al delincuente el resultado es variado: las penas pequeñas se convertirán en grandes solo por intentar escapar al desastre.
Si queremos mantener el «derecho» a reparación en caso de fallo desfavorable, es evidente que lo perdemos.
Además habría que añadir
Si queremos tener un respeto a los derechos humanos debería ser al menos rápida (la justicia lenta no es justicia) con lo que el grado de fallo e irreparabilidad aumenta.
Si pudieramos asegurar una defensa adecuada al reo y que no haya sesgos por raza, credo, etc podría contemplarse.
En resumen y debido a los grandes problemas que presenta no creo que sea una solución aceptable.
Sin embargo y una vez dicho esto, en algunos casos y en algunas personas creo que esa solución sería la más aceptable moralmente.
(se que puede resultar sofocante y semifascista. A cambio me postulo como ejecutante de la pena capital).
11 octubre, 2006 at 8:36
perdón
expeditiva.
las prisas….
18 noviembre, 2006 at 2:06
La pena de muerte es la forma más extrema de pena cruel, inhumana o degradante.
La pena de muerte constituye una violación del derecho a la vida.
No estaría de acuerdo ni aún si el ajusticiado fuera el mayor asesino y ladrón de nuestra historia: Pinochet
27 noviembre, 2006 at 3:18
yo la aplicaria y esto lo haria pues considero que la «desigualdad a medias es igualdad compartida» y si un ser es capaz de atropellar a otro ¿dónde queda la dignidad del ser? si la vida es el valor por exelencia , de qué nos sirve la vida sin dignidad y con el temor de un «ser» que nos puede atacar y ademas hay que mantenerlo en carceles y distribuir ingresos para ellos en vez de ayudar alos mas necesitados con vidas dignas y esforzadas. ¿ no acavariamos, por lo menos un poco, con la pobreza y con la delincuencia en un sentido?
en estos tiempos la pena capital es algo necesario, por ultimo pensemos en lo que ocasionaria su practica y como con ella podriamos acavar con la peste mundial.
16 octubre, 2007 at 4:54
No creo que la vida misma, no pueda ser defendida por ella. Quiero decir, que sin tocar conciencias, la vida da alegría, a los padres. Ver crecer a un hijo, es lo más importante. Luchar por ello, es lo fundamental. Verlo o verla, profesionista, es gratificante.
En el país, se han cometido homicidios, los cuales no se pueden creer. Quien atenta en contra de la vida, tiene que enfrentarla con la vida misma.
Pueden imaginarse, a una persona incada, o amordasada, esperando la muerte.
¿Quién le dio poder a un homicida?, para privar de la vida a su semejante.
Un juicio justo, es digno. No, cuando se dispara a boca de jarro, no cuando de decapita a una persona. No cuando se apuñala, con un mensaje atroz.
La pena de muerte, en México, no debió prohibirse.
18 May, 2010 at 17:56
creo que la pena de muerte esta bien para los violadores especialmente de niños para esos que no se cansan de robar entran y salen de los penales cada vez peor yo creo q a esas personas esta bien la pena de muerte sin compacion